miércoles, 14 de febrero de 2018

Derecho y cine: Historias cruzadas

Es una película dirigida por Tate Taylor (2011), basada en la novela Criadas y señoras, escrita por Kathryn Stockett (2009). Relata la historia de unas criadas afroamericanas que trabajaban para señoras blancas en Jackson, Mississippi.

La historia está ambientada en los años 60 y es narrada desde la perspectiva de tres mujeres y sobre quienes -como se indicó- limpian casas y cuidan a los niños de varias familias de gente blanca. En concreto, se destaca el rol de uno de sus personajes (Skeeter, interpretada por Emma Stone), quien es una recién graduada universitaria que regresa a su pueblo natal como una escritora novata.

Skeeter al escribir una columna en el periódico local sobre tareas domésticas se hace amiga de varias sirvientas negras, incluyendo la suya, lo que hace que cambie su perspectiva respecto a la realidad y que comience a abogar en contra de la discriminación y en contra de un proyecto de ley, que impulsa una de sus amigas,  para obligar al personal de servicio a utilizar baños afuera de las casas para prevenir la supuesta propagación de enfermedades, lo que Skeeter considera como injusto y, especialmente, cruel.

Particularmente, el largometraje sirve para reflexionar acerca del racismo que imperó en la sociedad norteamericana por mucho tiempo, la lucha por la igualdad y no discriminación y la marginación de los trabajadores del hogar, cuya labor fue colaborar con tareas domésticas y criar a los hijos de quienes impartían esas prácticas contrarias a la dignidad humana.

Puedes conocer más sobre esta película, en la que Octavia Spencer ganó el Óscar y el Globo de Oro a la mejor actriz de reparto, aquí.

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