Se
trata de un compendio de varias cartas abiertas que el reconocido escritor y periodista
francés Émile Zola publicó a partir de 1897 en el diario Le Figaro, luego en el naciente periódico francés L’Aurore (La Aurora) y otras más que
publicó ese periodista por sus propios medios.
El
objeto de esas cartas es el denominado caso Dreyfus que inició en 1894. Ese
caso tiene su origen en la acusación de alta traición que se le formuló a un
capitán francés de raza judía por un supuesto telegrama que se remitió a los
alemanes sobre el nuevo material de artillería francés. El Capitán Dreyfus fue
juzgado por un consejo de guerra y lo condenaron a cumplir cadena perpetua en
la Isla del Diablo en la Guayana Francesa.
En
las cartas, ese periodista cuestionó todos los elementos relacionados con el
proceso y a la opinión pública francesa a la que acusó de antisemita.
Principalmente, somete al escarnio público el hecho de que las pruebas con que
inculparon al acusado no hayan sido públicas, hasta que se descubre la carta
que se remitió a los alemanes en la que no queda duda de que su autor era una
persona distinta; el Coronel Picquart y, aunque era su letra, tres expertos declararon
que la letra fue imitada por el acusado y condenado Dreyfus.
En
virtud de ello, el periodista escribe la célebre carta dirigida al Presidente
de la República intitulada J’Accuse en
la que pone en entredicho la labor del consejo de guerra francés, de los expertos
que acudieron al juicio y al ejército francés, dada la manifiesta inocencia de
Dreyfus, quien aún no había sido liberado. Por esa carta publicada en L’Aurore el periodista Zola fue juzgado
y condenado, por lo que debió exiliarse, aunque semanas después se confirmó que
el documento que se utilizó en el proceso no fue escrito por Dreyfus y, en
consecuencia, lo liberaron.
Zola
regresó de su exilio en 1899 y aunque el Gobierno renunció a tomar medidas
contra él, se sometió a un segundo juicio en el que los tribunales militares lo
condenaron, ya que no reconocieron el error judicial que habían cometido.
Aunque
este compendio de cartas no esté íntimamente ligado con la relación que existe
entre el derecho y la literatura, se recomienda su lectura por el valor que
tienen en lo que se refiere a la honorabilidad y a la persecución de la verdad
como norte.
Ese libro ya es parte del dominio público y se puede leer aquí.
Ese libro ya es parte del dominio público y se puede leer aquí.
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