M es una película alemana de 1931, dirigida por el
mítico director Fritz Lang y protagonizada por el actor de culto, Peter Lorre.
Relata los crímenes de un asesino en serie y su posterior cacería por parte de
la policía y otros sectores de la sociedad.
Mientras la madre de Elsie Beckmann espera que
regrese del colegio, un hombre le saca conversación a la pequeña y le regala un
globo. La madre espera, pero su hija no aparece nunca más. Es la nueva víctima
del vampiro. En la ciudad de Düsseldorf los padres ya no pueden estar
tranquilos cuando sus hijos regresan de la escuela o juegan en zonas públicas.
Un asesino de niños anda suelto. Lo llaman el vampiro de Düsseldorf.
Poco después de la desaparición de Elsie Beckmann, el
asesino envía una carta a la prensa prometiendo nuevos asesinatos. La policía
emprende una cacería, buscan personas con antecedentes de violencia hacia los
niños y comienzan a vigilar a los maleantes de la ciudad. El club de maleantes
no puede vivir así, vigilados por la policía y difamados por el vampiro de
Düsseldorf. Por ello, se reúnen y deciden emprender su propia cacería del
asesino. ¿Cuál de las dos búsquedas conseguirá atraparlo? Tendrás que ver la
película para saberlo.
M es un clásico del cine y una verdadera obra
maestra. No le tengas miedo a acercarte a esta película por ser en blanco y
negro y de 1931. Te aseguro que no te defraudará, te mantendrá pegado al
asiento y te hará reflexionar. Esta fue la primera película de Fritz Lang con
sonido. Lang representa una sociedad alemana de la que ya entreveía ese oscuro
germen del nazismo. En esos años incluso su esposa (que pronto dejaría de
serlo) se había unido al partido de Hitler. Toda esa atmósfera enrarecida y violenta
es visible en M. Tampoco se puede hablar de esta película sin dejar de
mencionar a Peter Lorre en su primer papel estelar. Su actuación es inmensa, un
asesino terrible pero que en el momento culminante incluso puede conmover por
el miedo y dolor que reflejan sus ojos.
Desde el punto de vista jurídico, dos elementos
merecen mención especial. Por una parte, la película retrata el sistema
policial y de justicia alemán de la época. Cómo los detectives trabajaban, las
nuevas tecnologías (análisis grafotécnico y de huellas), así como su relación
con la prensa. Por otra parte, en el tramo final de la película se realiza un
juicio bastante sui generis, pero que conduce a una reflexión
filosófico-jurídica sobre el Derecho Penal: ¿debe condenarse a alguien para
quien es imposible actuar de otra manera? Es el sempiterno problema del
determinismo de la conducta y los límites del libre albedrío.
El tráiler de esa película se puede ver aquí.
El largometraje puede verse en youtube aquí.
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