lunes, 13 de noviembre de 2017

Derecho y cine: Crimen perfecto

Es un largometraje dirigido por Gregory Hoblit (2007), que resulta muy interesante desde la óptica del derecho penal e incluso del derecho probatorio. Veamos por qué recomendamos esta película:

En ella se narra un planificado asesinato cometido por un millonario ingeniero aeronáutico (Ted Crawford) en contra de su esposa. Delito que es confesado al detective que acudió a la escena del crimen inmediatamente después de que se perpetró. Como consecuencia de ello, se inició un proceso penal en el que Crawford rechaza ser representado por un abogado y prefiere defenderse a sí mismo.

El fiscal acusador ("Willy" Beachum) se encuentra en una transición hacia la práctica privada, lo que lo tiene distraído del juicio, además de tener plena confianza de que logrará la condena del asesino, toda vez que cuenta con la confesión de éste. Así, comienza una interesante batalla de ingenio entre Crawford y Beachum.

En el transcurso del proceso se determina que una de las pruebas ofrecidas estaba viciada, con lo cual se aplicó la doctrina del fruto del árbol envenenado, lo que conlleva a un inesperado desenlace. Según esa doctrina, cualquier prueba (fruto) obtenida de forma ilegal (árbol envenenado) deberá ser anulada y no puede ser tenida en consideración, se reputa como inexistente, independientemente de su valor, por lo que no puede ser utilizada.

Esa figura surgió en el caso Silverthorne Lumber Company contra Estados Unidos, en el que se pretendía utilizar como prueba unos libros de contabilidad recogidos en las oficinas del acusado sin orden previa. Puedes leer más acerca de esa teoría aquí.

El tráiler de esa película se puede ver aquí

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